El Proyecto

La arquitectura de La Reserva se funde en armonía con el entorno, adaptándose a la disposición natural de la topografía del terreno. Cada espacio ha sido diseñado para permitir que la naturaleza atraviese y enriquezca el conjunto. Terrazas, balcones, cubiertas y zonas comunes se envuelven con vegetación autóctona y mediterránea, sirviendo de inspiración el propio paisaje circundante.

Paisaje conectado

Las capas del paisaje de La Reserva se configuran acompañando a la arquitectura en todos sus espacios. Las zonas comunes ofrecen una experiencia sensorial que traslada al visitante al bosque inmediato.

La importancia de las cuencas visuales de los bloques implica el empleo de un estrato vegetal predominantemente medio, aprovechando los perímetros y espacios complementarios para el establecimiento de arbolado de mayor porte.

Las cubiertas vegetales juegan un papel relevante, otorgan el verde a las terrazas privativas, generando un efecto de vegetación colgante.

La transición hacia el monte se realiza mediante un abancalamiento del terreno, contenido por muros vegetados. Sobre estos bancales discurren jaras, olivos, aladierno, romero… generando una conexión hacia el terreno natural.

Se lleva a cabo la restauración del monte circundante para reforzar su conexión con la naturaleza y potenciar la sensación de continuidad con el entorno.

Año 2023. En proceso.